Desde muy pequeño recibió una buena educación. En cierta etapa de su vida, José Félix sintió inclinación por convertirse en religioso de la orden de San Francisco; sin embargo, luego decidió dedicarse a atender sus tierras y propiedades en el campo.
Desde 1808, comenzó a asistir a reuniones de índole conspirativas que se efectuaban en Caracas, y cuyos principales dirigentes eran los hermanos Bolívar. Ribas tenía 24 años cuando presenció la ejecución, en la Plaza Mayor de Caracas, de José María España, el 8 de mayo de 1799.Cuando estalló La Revolución, el 19 de abril de 1810, Ribas fue uno de los que entusiasmó al pueblo para que se uniesen al movimiento patriota.
Desde joven estuvo muy ligado a Simón Bolivar, no sólo por una gran amistad, sino por los lazos familiares que se crearían luego de que José Félix se casara con una tía de éste, convirtiéndose inmediatamente en tío político de nuestro Libertador.
Ribas y sus hermanos, Francisco José y Juan Nepomuceno organizaban manifestaciones en las calles para llamar la atención de La Junta de Gobierno y exigirles “mano dura” contra los españoles, tratando así de impedir que éstos crearan un nuevo régimen. La Junta los expulsó del país por estas conspiraciones.
Luego de la caída de la Primera República en 1812, Bolívar y Ribas obtuvieron pasaporte para Curazao. Desde esta isla viajaron a Nueva Granada. Allí Bolívar inició la Campaña que daría libertad a la región del río Magdalena. Luego iniciaría la campaña 1813, llamada “Admirable” por la altísima calidad de los oficiales que le acompañaron en esta gesta independentista, entre los cuales se encontraba Ribas. Esta campaña fue tan fulgurante que pronto Bolívar y Ribas se encontrarían nuevamente en Caracas, luego de haber hecho la proclama de Guerra a Muerte en Trujillo y de haber recibido Bolívar, en Merida, el título de libertador que le otorgó el mismo pueblo.
En Caracas, Ribas fue nombrado Comandante General de la Provincia, para luego convertirse en General de División. Entre sus victorias estuvieron la de las Batallas de Niquitao y la de Los Horcones.
Para 1814, cuando Boves y Morales eran considerados peligrosos para la patria, Ribas reclutó estudiantes universitarios y seminaristas, y emprendió con su tropa la llamada Batalla de La Victoria, el 12 de febrero de ese mismo año. Al día siguiente, Bolívar nombró al hijo de Ribas, de apenas 3 años de edad, Capitán Vivo y Efectivo de Infantería de Línea, como premio al heroico sacrificio de la juventud.
En Ocumare, derrotó al jefe realista Rosete, haciéndolo huir definitivamente de nuestros Llanos. Junto a Bolívar y Mariño, Ribas triunfó en la primera Batalla de Carabobo, el 28 de mayo de 1814.
Por causa de flaquezas humanas, un Boves amenazante y media población oriental aniquilada, Ribas y Piar, reconocidos como jefes del ejército, detuvieron a Bolívar en Carupano y lo sometieron a prisión, haciendo que éste saliera en exilio de la patria.
El 5 de diciembre de 1814, Ribas y Bermúdez se enfrentaron con su ejército de 4.000 soldados a los 7.000 realistas de Boves en una sangrienta batalla en Urica. En ese episodio murió el General Boves.
Debido a la derrota sufrida en la Segunda República, Ribas buscó salir de Los Llanos a Caracas en compañía de un sobrino y un criado, pero fue interceptado por los realistas. Su sobrino y el criado fueron ajusticiados inmediatamente. Ribas iba a ser llevado ante el Teniente Justicia de Tucupido, general realista que se encontraba en Valle de la Pascua, pero éste se opuso y pidió se le ejecutara en el lugar.
Es así, como el 31 de enero de 1815 su cabeza fue cortada y frita en aceite, para ser llevada posteriormente a Barcelona y Caracas.
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